viernes, 4 de mayo de 2012

INDIGNACION POR EL ASESINATO DE TRES FOTOGRAFOS



 
*3 fotógrafos más asesinados en Veracruz
*Políticos, obligados a esclarecer hechos
*10 hipótesis de lo que está sucediendo…

Luis Velázquez
04 de mayo de 2012

I
Otra vez el periodismo se ha enlutado en Veracruz. Tres fotógrafos (Esteban Rodríguez y Gabriel Huge y Guillermo Luna Varela, y la joven Irasema Becerra), fueron secuestrados, torturados, desmembrados, asesinados y arrojados al canal de La Zamorana, en la unidad habitacional Las Vegas III, en el puerto jarocho.
A partir de los resultados, y los meses convulsos y turbulentos que hemos vivido desde diciembre 2010, hoy más que nunca, y dadas las circunstancias, la autoridad está obligada a esclarecer con prontitud la tragedia.
Hipótesis una: Si los compañeros fueron asesinados por su trabajo reporteril, debe decirse, sin miedo a la verdad. Los hechos son los hechos. Y punto.
Hipótesis dos: Si el cuádruple homicidio tiene sus motivos en riñas intergremiales, enconos, venganzas, de igual manera. Siempre y cuando, y como es lógico y natural, se documenten los hechos.
Hipótesis tres: Si los asesinatos se deben a presuntas ligas, digamos, con la delincuencia común y/o con la delincuencia organizada, decirse con claridad meridiana.
Sin rodeos ni ambages. Sin medias tintas. Con las pruebas, los testimonios, las evidencias, por delante.
Hipótesis cuatro: Si el rastreo de pistas lleva, por ejemplo, a cuestiones personales y/o pasionales, ni hablar, siempre y cuando se sustente en hechos concretos y específicos, decirse de frente, de cara a la realidad social.
Pero más aún, de cara a un Veracruz adolorido y lastimado.

II
Hipótesis cinco: Si se trató de un ajuste de cuentas, documentar los hechos y anunciarlo, sin que a nadie tiemblen las corvas. Se indigne, irrite, enoje, medio mundo.
Hipótesis seis: En el mundo delincuencial se afirma, dicen los expertos, ‘’que quien se mete con el narco, nunca sale’’.
Y si así pudiera haber ocurrido en el caso de los compañeros reporteros asesinados hoy y/o con anterioridad, ni modo, más se pierde con el silencio. Incluso, tapando la realidad.
Hipótesis siete: Según los expertos, los cárteles de la droga reaccionan con dureza, implacables, duros, despiadados, cuando un trabajador de la información escribe sin fundamento, de oídas, por encargo.
Y si fuera la verdad, ni modo, la autoridad necesita documentar los hechos. Y decirles.
Hipótesis ocho: También los expertos aseguran que los señores de la droga respetan al periodista que publica información basado en la verdad.
Y si fuera el caso, ni hablar, decirlo.
Hipótesis nueve: La realidad es inobjetable: también hay casos donde los cárteles proceden contra un reportero cuando documenta los hechos y los denuncia de manera sistemática. Caso Jesús Blancornelas, en la frontera norte.
Hipótesis diez: Si las pistas del crimen de los reporteros y fotógrafos lleva a políticos, mal se procedería si hay encubrimiento.

III
Veracruz anda caminando en el resto del mundo a partir del crimen de trabajadores de la información.
Desde propietarios y directores de medios hasta reporteros y fotógrafos.
Por eso la autoridad necesita, debe, está obligada a esclarecer lo más pronto posible la realidad.
Y una vez soportada, cualesquiera el resultado, boletinarse, incluso, en rueda de prensa, pues el nombre de Veracruz, sin la promoción turística de Edith González, Rossana Nájera, Paquita la del Barrio, Yuri, Samuel y Toñita, logró un acuerdo del gobierno francés de Nicolás Sarkozy para clamar justicia.
En la superficie y en las cañerías está corriendo demasiada agua sucia.
Y ante los hechos solo resta la verdad.
Hoy, por ejemplo, se cumple seis días del crimen de Regina Martínez, corresponsal de Proceso y de La Jornada, en su tiempo, y cada día transcurrido en el limbo suena a impunidad.
También, claro, a que las circunstancias, por más complejas que sean (cita de la vocera), rebasan a la autoridad.
Si las semanas volaran sin un resultado, ni hablar.
Del año 2002 a 2010, sexenio de Miguel Alemán Velazco y Fidel Herrera Beltrán, 6 reporteros fueron asesinados y uno sigue desaparecido, los siete en la impunidad.
Y no obstante, la elite gobernante terminó el sexenio ‘’en la plenitud del pinche poder’’.

IV
Por encima de otras entidades federativas del país, Veracruz está rebasando a todos, sin excepción, en el número de trabajadores de la información asesinados.
Así lo suscriben Reporteros sin Frontera, Artículo 19 y la Organización de las Naciones Unidas, entre otros organismos.
Hay una Constitución General de la República garantizando la libertad de expresión, y ahí están los resultados.
Hay una Carta de las Naciones Unidas en el mismo tenor, y Veracruz pareciera haberse convertido en la excepción.
En el Congreso de la Unión se aprueban leyes para garantizar la vida de los reporteros, y en Veracruz penden de un hilo.
Por eso mismo solo la verdad al desnudo, sin carne, el hueso descarnado, la esencia de los hechos, significa el único antídoto para mirar la lucecita al final del túnel.

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