miércoles, 8 de febrero de 2012

PUNTO Y COMA

Punto y Coma

Del dicho al hecho hay gran trecho,
En teoría todo es fácil, en la práctica difícil
Pues bien, llegó el cambio climático

Por Luis González Romero

El cambio climático lo estuvimos procesando durante muchos años, de una forma o de otra, pero todos hemos contribuido a ese cambio que ahora no alarma, nos amenaza, nos espanta y sobre todo nos lastima. Nos lacera cuando nos estamos quedando sin bosques, sin agua, sin flora ni fauna y nos comienza a preocupar ahora que ya estamos sintiendo en carne propia los estragos de ese cambio que venimos buscando a través de la destrucción, de la deforestación, contaminación de los cuerpos de agua y del medio también que han originado que los humanos ahora estemos respirando metales que diezman nuestro organismo día con día, provocando que aumenten los problemas de cáncer, diabetes, hipertensión, enfermedades de la piel y que se prolonguen los tiempos de estiaje y de las vacas flacas.

Hace poco más de medio siglo había bosques por todas las regiones del estado y del país, agua casi a flor de tierra, los ríos y arroyos tenían vida, abundancia de diversas especies que eran el alimento de las familias; pero ya en esos tiempos había quienes comenzaron a atentar contra la naturaleza arrojando dinamita al río para matar los peces; además que con ello ya estaban atentado con los ríos y las lagunas, por la incipiente contaminación que comenzaba a germinar y con el devenir de los años fue creciendo, al grado de acabar con los bosques, con la flora y la fauna, que en la actualidad está en extinción en la mayoría de las especies, como resultado de que el cambio climático ya llegó, nos preocupa y hasta nos reúne a través de foros, talleres, cursos, mediante los cuales se hacen propuestas para salvar el planeta, de lo que se esperan acciones y que no todo quede en el papel y en las memorias.

En los bosques de hace medio siglo había enormes árboles, como el roble, el encino, las higueras, oyameles, palo de rosa, ciprés; por mencionar algunos de tantos que existían en esos tiempos y dentro de los bosques había una gran fauna que se alimentaba de frutos y disfrutaba del agua fresca y transparente de los arroyos o lagunas. Meterse a un bosque era algo imponente, grandioso, casi sublime; era entrar a un mundo de máxima expresión de la naturaleza; pero eso ya se acabó y ahora nos reunimos para ver lo que teníamos y que hemos destruido paso a paso hasta quedarnos desnudos, en un ambiente estéril, contaminado y en lugar de enviar a los pulmones aire puro y fresco, estamos consumiendo monóxido de carbono, metales distintos y lo mismo nos ocurre cuando tomamos el agua por mas pasteurizada que se encuentre, porque incluso las autoridades no llevan a cabo un programa de certificación permanente para saber si el agua que se anuncia y que se nos venden en botellitas de de material plástico, realmente está libre de metales que dañan el organismo humano.

En repetidas ocasiones hemos escuchado la versión de personajes de esta ciudad, quienes recuerdan al caudaloso río Cazones, la Poza Rica que todos visitaban por la abundancia en peces; los arroyos que hoy siguen atravesando la zona urbana, pero que también por ello corría agua cristalina; pero ahora están llenos suciedad, de residuos industriales de la ciudad; las descargas de aguas negras que no se han logrado canalizar a los colectores que desde hace 10 años sembraron por la zona urbana y con la meta de una planta tratadora de aguas residuales, que se encuentra en proceso, que falta mucho para que sea puesta en servicio.

Hoy no reunimos para analizar el problemas que hemos creado y que nos comienza a consumir de manera irremediablemente, porque el cambio climático ya está aquí, ya llegó, ya está entre notros y ahora tendremos que luchar para defender la salud y el entorno que nos rodea, lo cual no será fácil ni sencilla, porque destruir no cuesta; pero construir si tiene un alto costo y solo se puede lograr mediante la uniformidad de acciones, de acuerdos que se deben llevar a la práctica pero de inmediato, porque ya no son tiempos de ayer proyectos o de buenas intenciones en las tribunas y a la hora de la verdad las cosas son diferentes. Porque no es lo mismo decir que hacer y con buenas intenciones no se resuelven los problemas que nos ha traído el cambio climático que llegó para quedarse y que representan la más seria amenaza para las futuras generaciones…Por hoy es todo, soy Luis González Romero, mi correo electrónico: notiluis@hotmail.com, hasta pronto.

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