miércoles, 8 de febrero de 2012

FCH FIRMA DECRETO CON EL QUE SE ELEVA A RANGO CONSTITUCIONAL LA OBLIGATORIEDAD DE LA EDUCACION MEDIA SUPERIOR

Con mucho orgullo, he firmado hoy, el Decreto por el cual se eleva a rango constitucional la Obligatoriedad de la Educación Media Superior
Se trata de un avance de la mayor trascendencia a la educación pública nacional.

Con esta Reforma a nuestra Carta Magna, el Estado mexicano asume el compromiso de garantizar la enseñanza a todos nuestros niños y jóvenes, hasta el nivel de bachillerato.

Esta medida, nos pone en el camino correcto para lograr, en el mediano plazo, un promedio nacional de escolaridad de 15 años de estudio, como la que tienen muchos de los países con los que competimos.

Yo expreso mi más sincero reconocimiento a quienes impulsaron en sus orígenes esta iniciativa, en diversas legislaturas. A Legisladores de todos los partidos aquí, presentes que, tanto en la Cámara de Diputados, como en la de Senadores, estuvieron impulsando esta iniciativa. Incluyendo, también, mi esposa Margarita, que, además, es maestra de bachillerato.
Finalmente, esta iniciativa fue aprobada por unanimidad en el Congreso de la Unión y en el Constituyente Permanente.

Por eso, también, expreso mi reconocimiento no sólo a ambas Cámaras, sino a los 22 Congresos estatales que, con su voto aprobatorio, permitieron esta modificación constitucional.

En especial, quiero felicitar a los principales beneficiarios de este logro singular, que son a millones y millones de jóvenes mexicanos que concluyen la educación secundaria, y que ahora verán ampliados sus horizontes de superación personal.

Sé que sabrán aprovechar esta reforma para adquirir los conocimientos y las capacidades que les permitan conquistar un mejor futuro.

Felicito, además, a los padres de familia que, durante mucho tiempo, han demandado más oportunidades educativas para sus hijos, y con toda razón. Yo estoy seguro de que pondrán todo su empeño para lograr que estos, no sólo concluyan el bachillerato, sino, también, el proyecto educativo que han anhelado.

En esencia, el Decreto que acabo de promulgar modifica los Artículos 3 y 31 de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

A partir de esta reforma, el Artículo 3 establecerá que: Todo individuo tiene derecho a recibir educación. El Estado mexicano, integrado por Federación, estados, Distrito Federal y municipios, impartirá educación preescolar, primaria, secundaria y media superior, que es, precisamente, lo que se agrega.

La educación preescolar, primaria y secundaria conforman la educación básica. Ésta y la media superior serán obligatorias.

Asimismo, el Artículo 31 de la Constitución quedará como sigue: Son obligaciones de los mexicanos hacer que sus hijos o pupilos concurran a las escuelas públicas o privadas para obtener la educación preescolar, primaria, secundaria y media superior.

Cabe destacar que esta reforma prevé un periodo de transición para poderle dar un cumplimiento a este mandato, de manera sensata y viable, en términos financieros y operativos.

Concretamente, ordené la puesta en marcha de esta reforma a partir del próximo ciclo escolar, y pone al año 2022 como la fecha límite para alcanzar la cobertura universal de bachillerat

Como bien ha dicho el doctor Tuirán, hacia el año 2015, 2016, calculamos que a este ritmo alcanzaremos el 85 por ciento de cobertura, y poder llegar al 100 por ciento de cobertura a principios de la década.

Para garantizar la obligatoriedad de la educación media superior, el Congreso aprobó, también, un ejercicio de planeación presupuestal multianual, con la participación corresponsable de los tres órdenes de Gobierno.

Con esta Reforma, damos también cumplimiento a compromisos asumidos por México en diversos Tratados Multilaterales, como el Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales y la Convención sobre los Derechos del Niño, que señalan que todas las personas tienen derecho a educación secundaria y superior, gracias a la instauración progresiva de la gratuidad.

En este Gobierno, en particular, hemos sido conscientes de que las mexicanas y los mexicanos, aún tenemos un largo camino por recorrer para consolidar, como se debe, a la educación como una palanca de nuestro desarrollo.

Y uno de los mayores retos que enfrentamos consiste, justamente, en ampliar la cobertura de la enseñanza media superior, ya que actualmente uno de cada tres jóvenes en edad de estudiar el bachillerato no puede hacerlo. Esto no sólo limita las posibilidades de desarrollo de las familias, sino también, de las empresas, las regiones y la Nación.

Hoy, más que nunca, México necesita apretar el paso hacia la universalización de la educación media superior.

Y por eso, en los últimos cinco años nos hemos esforzado en abrir las puertas del bachillerato a más y más jóvenes cada día, construir más y mejores escuelas, elevar la calidad de la enseñanza, en particular en este nivel; en vincular la oferta educativa del país a las necesidades productivas de México y en otorgar becas a los alumnos de menores recursos para que no abandonen sus estudios por razones económicas.

En esta ardua tarea de transformación educativa, hemos contado con el impulso y con el apoyo del Congreso, con las autoridades educativas estatales, con los directivos de los planteles de bachillerato, con los maestros, con los padres de familia, con los mismos alumno
Y gracias a este trabajo corresponsable, hemos obtenido logros relevantes en educación media superior.

Me gustaría destacar en esta singular oportunidad algunos de ellos:

Por ejemplo, en los últimos cinco años, la cobertura en este nivel educativo pasó de poco más de la mitad de la población en esa edad, a las dos terceras partes de los jóvenes; es decir, concretamente, el 67 por ciento. Un avance sin precedente en materia de cobertura en educación media superior.

Para lograrlo, también, en estos cinco años, hemos creado casi mil nuevos bachilleratos, 993 para hacer precisos, pero espero que pronto lleguemos a los mil nuevos bachilleratos y muchos más.

También, no sólo eso, mil nuevos bachilleratos, sino que hemos mejorado o ampliado cinco mil 700 bachilleratos existentes, en colaboración con las entidades federativas.



Tercero. Hemos aplicado la Pruebe ENLACE por primera vez en el país en nivel bachillerato, lo iniciamos en 2008. Hemos empezado con 90 por ciento de las escuelas, y llegamos ya, en 2011, a prácticamente todos los planteles.

Por primera vez en la historia del país, esto es algo, también, muy importante. Por primera vez, estamos sometiendo a concurso de oposición el nombramiento de las y de los directores para planteles Federales de educación media superior, con muy buenos resultados.

Y en especial, hemos incrementado en forma sostenida el número de becas y el número de becarios, para evitar que los alumnos más pobres abandonen la escuela por motivos económicos.

Como hemos dicho siempre, sabemos que para los muchachos su única chamba es estudiar. Y por eso, estamos apoyándolos económicamente.

En este punto de becas, por ejemplo, quiero enfatizar que hemos sido un Gobierno que ha luchado, quizá como nunca, por igualar las oportunidades de educación entre los jóvenes.

Y lo hacemos, obviamente, porque nos parece injusto que gran parte de la deserción escolar que padece el país se deba a que los jóvenes ven frustrados sus sueños por concluir una carrera técnica, o el bachillerato mismo, una carrera profesional, por falta de dinero. Y que alumnos que quieren superarse, cancelen su proyecto educativo por tener que trabajar.

Estamos convencidos de que no podemos darnos el lujo de desperdiciar así el potencial de nuestra juventud. Y por eso, hemos incrementado sensiblemente el apoyo económico a los estudiantes, independientemente de que la escuela sea gratuita, los estamos apoyando con becas económicas.

Nuestro compromiso con la formación de los estudiantes de bachillerato de escasos recursos se expresa en la mayor disponibilidad de becas en la historia de México.
Al cierre del año pasado, por ejemplo, a nivel de bachillerato, a este nivel educativo, teníamos más de un millón 350 mil becarios; es decir, nueve veces más becarios que los que había en el año 2000.

Hemos avanzado, desde luego, pero sabemos que es insuficiente y, por eso, también, hace una semana anuncié dos nuevos programas de becas: los programas para bachillerato, que son las Becas Síguele y las nuevas Becas Universitarias.

Se van a entregar 600 mil nuevas Becas Síguele, a nivel bachillerato este año, y 400 mil becas nuevas universitarias, también, este año.

Es decir, a nivel bachillerato yo espero concluir este año, 2012, con casi dos millones de becarios a nivel bachillerato.

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