lunes, 17 de octubre de 2011

MITOS Y OTROS CUENTOS

MITOS Y OTROS CUENTOS

POR: LIC. JESUS ARAUJO LOPEZ

"SANGRE, SUDOR Y LÁGRIMAS", WINSTON CHURCHILL.

Sir Winston Leonard Spencer-Churchill, (30 de noviembre de 1874 – 24 de enero de 1965), político y hombre de estado británico, conocido por su liderazgo del Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial. Es considerado uno de los grandes líderes de tiempos de guerra y fue Primer Ministro del Reino Unido en dos períodos (1940-45 y 1951-55). Gran orador, Churchill fue también oficial de la Marina Real Británica, historiador, escritor y pintor. Hasta la fecha, él es el único Primer Ministro Británico que ha sido galardonado con el Premio Nobel de Literatura.
Como joven oficial de la marina, entró en acción en la India Británica, Sudán y en la Segunda Guerra de los Bóeres. Obtuvo fama como corresponsal de guerra y con los libros que escribió sobre sus campañas. Ocupó numerosos cargos y de gabinete durante 50 años en que, aproximadamente duró su vida política. Antes de la Primera Guerra Mundial fue Presidente de la Secretaría de Estado de Comercio, Ministro de Interior y Primer Lord del Almirantazgo.
Regresó al gobierno como Ministro de Municiones, Secretario de Estado de Guerra y Secretario de Estado del Aire. Al terminar la Primera Guerra Mundial, ocupó el cargo de Ministro de Hacienda entre 1924-29, en 1925 tomó la controvertida decisión de que la libra esterlina volviera al patrón oro como antes de la guerra, medida vista como la creación de una presión deflacionaria sobre la economía del país. Polémicas fueron su oposición al incremento de la autonomía de la India y su resistencia a la abdicación de Eduardo VIII en 1936.
Churchill visualizó el peligro que representaba Hitler, por lo que tomó el liderazgo en alertar al mundo sobre sobre el riego que este representaba así como la campaña para el rearme. Al estallido de la Segunda Guerra Mundial fue nombrado una vez más Primer Lord del Almirantazgo, y el 10 de mayo de 1940 tras la dimisión de Neville Chamberlain, se convirtió en Primer Ministro. Gran inspirador de la resistencia Británica y de su pueblo mediante incendiarios discursos transmitidos por radio y por su firmeza al negarse a aceptar la derrota, la rendición o un acuerdo de paz, especialmente en los muy difíciles primeros años de la guerra, cuando su nación se quedó sola ante la Alemania Nazi, liderándola como Primer Ministro hasta la victoria de los Aliados sobre las Potencias del Eje.
Después de que el partido conservador perdiera las elecciones generales de 1945, Churchill lideró la oposición. En 1951 consiguió volver a ser Primer Ministro, hasta su retiro en 1955. A su muerte en 1965, la reina Isabel II le concedió el honor de un funeral de estado en el que se dio una de las mayores reuniones de jefes de estado nunca antes vista. Churchill es unánimemente recordado como uno de los hombres más influyentes en la historia británica.
En 1953 fue investido como Caballero de la Jarretera y también se le otorgó el Premio Nobel de Literatura por "su dominio de la descripción histórica y biográfica, así como su brillante oratoria en defensa de los valores humanos". En 1955 a Churchill se le otorgó el título de Duque de Londres, cuyo nombre él mismo eligió. Más tarde declinó aceptar tal título, desde entonces a nadie se le ha ofrecido un título de Duque en el Reino Unido.
En 1956 recibió el Premio Carlomagno, el cual otorga Aquisgrán, Alemania a los que han contribuido a la paz en Europa. En 1959 se convirtió en Father of the House (Padre de la Casa), es decir el parlamentario con más años de servicios continuos en el Parlamento, posición que mantuvo hasta 1964, cuando se retiró de la Cámara de los Comunes. Por otra parte, en 1963, el Presidente Kennedy le otorga la ciudadanía honoraria de los Estados Unidos, siendo fue la segunda persona en obtenerla, precedido sólo por Lafayette.
El primer ministro británico jamás pronunció “sangre, sudor y lágrimas”, lo que dijo fue: "No tengo más que ofrecer que sangre, fatigas, lágrimas y sudor". Esto en 1940, dentro de una sesión en la cámara. Cuando ésta terminó, una persona le comentó que algo similar había escrito Henry James. Churchill aseguró que no conocía ni al autor ni al libro, así que siguió usando la frase.

No hay comentarios: