martes, 5 de abril de 2011

EXIGEN CIERRE DE NUCLEOELECTRICA LAGUNA VERDE

Exigen cierre de nucleoeléctrica Laguna Verde

Adrián Sandoval

14:06:52 - La organizaciones ambientalistas Greenpeace México y Madres Veracruzanas contra Laguna Verde exigieron al gobierno de Felipe Calderón Hinojosa revisar la política energética del país, frente al espejo del accidente nuclear en Japón, pero sobre todo analizar el cierre definitivo de la central nucleoeléctrica de Laguna Verde.

Desde su instalación la nucleoeléctrica ha reportado problemas y representa un riesgo latente para todo el país pues su sistema de operación es similar al del complejo de Fukushima, señaló Gustavo Ampugnani, director de Campañas de Greenpeace México.

Expresó que estamos a tiempo de pensar en el cierre de Laguna Verde “y explorar la ruta de las energías limpias pues no vale la pena correr el riesgo de una situación similar a la que viven los japoneses tras el accidente de la planta Fukushima”.

El derrame de crudo en el Golfo de México ocurrido el 20 de abril del 2010 en la plataforma Deepwater Horizon operada por las transnacional British Petroleum y el accidente en la planta nucleoeléctrica Fukushima en Japón tras el cismo y tsunami del 11 de marzo pasado, solo confirman que las energías derivadas de fósiles y de la fusión nuclear son sucias, pero además altamente inestables y peligrosas para el ser humano y los ecosistemas.

En conferencia de prensa Gustavo Ampugnani consideró que el gobierno mexicano debe revisar sus políticas públicas en el rubro de energía y en especial, cerrar el capitulo referente a la energía nuclear que es costosa y altamente peligrosa.

Recordó que los dos reactores que operan en la planta en Veracruz son antiguos, tienen más de 21 años de funcionamiento y más de 55 paros de emergencia que han repercutido en su vida útil. “Son tan vulnerables como las plantas de Japón en su sistema de enfriamiento a base de agua que paradójicamente no funciona sin energía eléctrica”.

Por su parte Claudia Gutiérrez de Vivanco, coordinadora del grupo Madres Veracruzanas contra Laguna Verde dijo que la generación del cinco por ciento del fluido eléctrico que se consume en el mercado nacional no justifica la inversión económica, menos los riesgos por la operación de Laguna Verde; “su cierre no impactaría la economía nacional y sería como apagar la mecha de un explosivo”.

Los grupos ecologistas hicieron un llamado al gobierno federal, a los integrantes del Congreso de la Unión y a la sociedad en general para el cierre definitivo de la nucleoeléctrica ya que una explosión de la misma llegaría a Xalapa y al puerto de Veracruz, donde viven casi la mitad de los veracruzanos.

COMUNICADO
La crisis nuclear que vive Japón demuestra, una vez más, que la energía nuclear no es una fuente segura para generar electricidad, denunciaron las organizaciones Grupo Antinuclear de Madres Veracruzanas, La Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental (LAVIDA) y Greenpeace.

A más de tres semanas de inició el accidente nuclear de Fukushima, el pasado 11 de marzo, ningún funcionario de la Secretaría de Energía (Sener), Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS) ni de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) han dado muestras de voluntad para replantear la actual estrategia energética del país y sacar del horizonte a las nucleares. Por el contrario, han reiterado su apoyo asegurando que las nucleoeléctricas son la solución al cambio climático.

Los riesgos y accidentes vinculados a la operación de centrales nucleares y a la exploración de petróleo en aguas profundas representan una oportunidad para que México reoriente su política energética e impulse el aprovechamiento masivo de las fuentes de energía renovable, limpia y segura que tienen un gran potencial para desarrollarse en el país.

“El gobierno federal debe repensar su intención de aumentar la capacidad nuclear del país por los riesgos ambientales y de salud pública que implican, y redirigir sus esfuerzos a moderar el crecimiento del consumo energético y sustituir las energías sucias, como la nuclear y el petróleo, por aquellas que son verdaderamente limpias y seguras”, demandó Gustavo Ampugnani, director de campañas de Greenpeace México.

“A raíz de Fukushima la mayoría de los países con tecnología nuclear están replanteando qué hacer con sus centrales. Japón está pensando en dejar de lado su plan de expansión nuclear y apostarle a la energía, solar. Es necesario que este cambio también se dé en México, donde hoy las energías limpias están subestimadas y no tienen un peso importante en los planes oficiales de generación de energía eléctrica. Lo que está ocurriendo en Japón es un doloroso recordatorio de que la energía nuclear no es una opción”, agregó Ampugnani.

La industria nuclear asegura que este tipo de energía es la ruta para enfrentar el cambio climático. Esto, sin embargo, es falso. El aporte que la energía nuclear puede hacer a la lucha contra el cambio climático es mínima y la inversión enorme. Duplicar el número de reactores que hoy funcionan en el mundo -alrededor de 440- para el año 2030 apenas sustituiría en 5 por ciento el uso de combustibles fósiles, y apenas si reducirían el 3 por ciento de la emisión de gases de efecto invernadero que ocasionan el cambio climático. Además, la inversión requerida ascendería a entre 2 y 3 billones de dólares. Por si fuera poco, las nucleares son altamente peligrosas y sucias por el tipo de residuos que generan y los riesgos de accidente que le son inherentes.

“En el caso de la Central Nuclear de Laguna Verde, los dos reactores con que opera ya son viejos, tienen más de 20 años de haberse construido, 21 años de operación comercial y más de 55 paros de emergencia que han repercutido en su vida útil. Son tan vulnerables como las plantas de Japón en su sistema de enfriamiento a base de agua (BWR), que paradójicamente no funciona sin energía eléctrica. Existe una responsabilidad difusa y diluida entre las diferentes instancias de gobierno respecto al funcionamiento e impacto de Laguna Verde, situación que ha fomentado que dichas instancias se deslinden de compromisos u obligaciones argumentando que no le corresponde solventar los problemas que presenta la planta y que no se hacen públicos”, denunció Claudia Gutiérrez de Vivanco, del Grupo Antinuclear de Madres Veracruzanas.

“Por si no fuera suficiente está el proyecto minero de Caballo Blanco, el cual se sitúa a menos de dos kilómetros de la planta nuclear de Laguna Verde, y que amenaza con incrementar los riesgos de operación de la central, ¿qué puede ocurrir si las explosiones para extraer minerales de esta mina afectan las instalaciones de Laguna Verde? ¿Han considerado las autoridades los impactos que puede provocar la sismisidad de las continuas detonaciones en la estructura de la planta y sus reactores?”, cuestionó Guillermo Rodríguez Curiel, de la Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental (LAVIDA). A la fecha se desconoce si existe Manifestación de Impacto Ambiental para este proyecto minero y sus repercuciones en Laguna Verde.

“Exigimos a las autoridades de la Secretaría de Energía (Sener) frenar totalmente toda intención de aumentar el número de reactores nucleares en México y que en su lugar se impulse de manera ambiciosa la participación de las fuentes renovables, limpias y seguras de energía como la solar y la eólica. Los mexicanos no queremos una energía nuclear porque es sucia, peligrosa, cara y sus daños son irreversibles. Nucleares no, gracias”, finalizaron las organizaciones.

Más información con:
- Raúl Estrada, Greenpeace: tels. 045 55 4084 5326 y 01 55 5687 9595 ext. 120, email: raul.estrada@greenpeace.org
- Claudia Gutiérrez de Vivanco, Tel. 228-812-88-47; 228-12-62-62 y Adela Chacón Vega, Tel. 228-15-76-99, email: grupomadresver@yahoo.com.mx

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