REVOLUCIONARIA LA LITERATURA DE JOSÉ AGUSTÍN: ENRIQUE SERNA
México, D. F., a 7 de marzo de 2011
La literatura mexicana tiene un antes y un después de José Agustín, ya que su narrativa le dio voz a las masas citadinas y “resultó tan revolucionaria que abrió grandes avenidas a quienes llegamos más tarde”, reconoció el autor de La Sangre Erguida, Enrique Serna durante el homenaje-reconocimiento realizado al escritor el mediodía del sábado, por la Asociación de Mujeres Profesionistas por Cuautla y la Región.
Por su parte, René Avilés Fabila recordó su amistad de toda la vida con José Agustín de quien reconoció que desde un principio estuvo convencido de lo que quería ser, un escritor, así sufriera hambres y/o cualquiera otro inconveniente que pasan los escritores noveles cuando se enfrentan al porvenir en un mundo donde ellos mismos debían conseguir sus propios espacios.
Y en ese aspecto también reconoció que supo lograrlos al conseguir que Juan José Arreola leyera dos ocasiones el original de La Tumba antes de salir a la luz en 1964.
De igual forma, aseguró que José Agustín aún le debe a la literatura un libro de poesía, porque desde joven demostró la capacidad que tenía no sólo para este género, sino también o más que para la narrativa por la que es ampliamente conocido.
Nativo de Acapulco, José Agustín se avecindó en Cuautla hace 30 años luego de su etapa de formación en la ciudad de México.
De ese amor por esta ciudad morelense surgió su escrito llamado Cuautla y el enano, donde narra cómo un personaje a costa de señalar la presunta fealdad de una mujer, la exalta al ser él mucho más feo que ella.
José Agustín fue el iniciador de la llamada literatura de la onda como le llamó con cierto desprecio Margo Glantz, cuando surgió el movimiento de una escritura desenfadada que retrató a los jóvenes de aquella época de ruptura en los años sesenta, cuyo signo principal fue el abordaje de un lenguaje coloquial, lejano a los grandes temas sobre los héroes o la épica nacional.
Las novelas más significativas de José Agustín son De perfil (1966), Se está haciendo tarde ((1976), El rey se acerca a su templo (1978), Ciudades desiertas (1982), Cerca del fuego (1986), La panza del Tepozteco (1992), Dos horas de sol (1994) y la última, Vida con mi viuda (2006). Entre sus obras de teatro destacan Abolición de la propiedad (1969), Círculo vicioso (1974), crónica histórica y Tragicomedia mexicana (1991-1992), entre otras muchas.
Ganador del Premio Latinoamericano de Narrativa Colima por Ciudades desiertas, José Agustín se distinguió también por ser el primer crítico y escritor de temas de rock.
“Lo que movía a José Agustín era retratar su circunstancia y tenía que hacerlo así como lo hizo, fuera de los cánones impuestos, porque de otra forma no lo hubiera podido hacer”, explicó Serna.
Por su parte, Avilés Fabila destacó que en un mundo globalizado en rojo porque todos los países de Europa del Este se socializaban, en un mundo donde hubo grandes movimientos que rompían con los esquemas ya preestablecidos, José Agustín fue el que mejor lo representó y creó en México una literatura diferente mientras los otros estaban leyendo a los autores franceses.
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