martes, 1 de marzo de 2011

PASILLOS DEL PODER

Pasillos del Poder
César Augusto Vázquez Chagoya
www.enlaceveracruz212.com.mx
vazquezchagoya@prodigy.net.mx
1 de MARZO de 2011

EL PEZ DIABLO ¿ÁNGEL O DEMONIO?

Cuando uno es padre, tal vez se refleje en la peticiones de los hijos nuestros propios deseos. ¿Quién de adulto no quiere una pecera? El niño quiere ver pececitos de muchos colores, pero uno le pone hasta cascada para oír el agua caer. “Tranquiliza”, dice uno.

El que haya tenido una pecera, sabe que siempre que se surte uno de los alimentos, va a una tienda especializada y nunca falta que los encargados recomienden “un limpia-pecera”. Es un pequeño pez feo que se pega al cristal de la pecera y va limpiando el limo que se propicia por el agua y los alimentos para los peces. Con tal de tener limpio los vidrios, uno los compra.

Ahora nos vienen noticias que el pez diablo, originario del los ríos de Sudamérica, ya llego a los ríos y lagunas del sur de Veracruz. ¿Cómo si es un pez muy chiquito?

Pues se desconocía que existen 680 variedades, se alimenta de los limos de los ríos, pero también se lleva los huevos de las especies nativas. Si cae en una red, por desconocimiento los pescadores los tiran y se quejan que están acabando con sus peces tradicionales.

El pez diablo no tiene depredador natural. El único que se atreve a comérselo son los cocodrilos, pero ya no hay muchos. Si el ser humano saca un pez diablo del agua sobrevive 12 horas, camina sobre sus aletas y es tan fuerte que puede romper redes.

Apareció en forma masiva en la presa de El Infiernillo en Chiapas, por lo que científicos lo estudiaron y descubrieron que fuera de su aspecto, tiene una carne rica, un filete tiene 91% de proteínas, además tiene alto contenido de la vitamina OMEGA 3, que ahora nos venden los países del primer mundo como pastillas o cápsulas para combatir el colesterol malo que sacan del salmón.

Ante la queja de los pescadores de la zona sur de Veracruz, la asociación Civil “Vivir y Progresar”, integrado por Magda Mariela Hernández Guijón, Alberto Hernández Jiménez y Julio Cesar Sánchez Morales, entre otros, están pidiendo apoyos técnicos para que en vez que al Pez Diablo se le vea como un enemigo, se industrialice, haciendo harina para comida del ganado, incluso para las crías de pescados en estanques.

Buscan también concientizar a los pescadores y la población, que este pez llamado también “Pez Sapo”, es un rico alimento, con mucha proteína y la vitamina Omega 3, que se vende muy caro a los que padecen del corazón. El Pez Diablo se reproduce rápido y también se aprovecha su piel, así como sus escamas.

La Dirección de Pesca del Gobierno del Estado debe actuar rápido para controlar la expansión del Pez Diablo en la zona sur y acabe con las especies nativas, pero lo más lamentable es que no se aproveche los atributos del Pez Diablo.

Dicen los tabasqueños que el Pez Diablo sabe muy sabroso en vainilla y a López Obrador ya le dicen el “peje-diablo”.

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