viernes, 18 de marzo de 2011

EXPROPIACION PETROLERA, LECCION DE ORGULLO: CALDERON

El 18 de marzo de 1938, ya está escrito en la historia de la Patria como el día en que los mexicanos ejercimos nuestra soberanía sobre nuestros recursos naturales y el más preciado entonces, el petróleo.

En este día, los habitantes de este gran país dimos al mundo una lección de orgullo, de coraje y de dignidad. Y ese día rescatamos de manos extranjeras este patrimonio medular para nuestro desarrollo.

Hoy aquí, desde Ciudad del Carmen, que es emblema de nuestra riqueza petrolera y de nuestra empresa, rendimos homenaje al liderazgo, al patriotismo, a la visión de futuro del Presidente, el General Lázaro Cárdenas del Río.

Él supo movilizar a todo un pueblo para recuperar lo que nos pertenece por historia y por derecho. Esa gesta pertenece a mujeres y hombres convencidos de que sólo los mexicanos podemos decidir el uso, el aprovechamiento y el destino de nuestros recursos naturales.

Hoy, como hace 73 años, el petróleo es patrimonio de todos. Hoy, como hace 73 años, el petróleo es de México y los mexicanos, y símbolo de nuestra convicción nacionalista. Hoy, como hace 73, el petróleo es un recurso fundamental para impulsar el desarrollo de todas las regiones, de todos los estados y de todos los municipios de México.

En esta fecha y en este lugar, tan especiales, reafirmo que la riqueza petrolera es, y seguirá siendo, sólo de los mexicanos.

Ratifico que ejercemos y seguiremos ejerciendo plena soberanía sobre este recurso estratégico. Refrendo que corresponde y seguirá correspondiendo a la Nación, la propiedad, el control, la explotación y el aprovechamiento de los hidrocarburos.

Aprovecho esta oportunidad para expresar, y con gusto y alegría, mi más sincero reconocimiento a los trabajadores, a los obreros, a los técnicos, a los ingenieros de Petróleos Mexicanos, aquí presentes, y a todos los que laboran en el país.

Generación tras generación, ustedes han contribuido con su talento, con su esfuerzo, con su entrega y compromiso para hacer de la industria petrolera nacional una de las más importantes del mundo. Por eso mi Gobierno ha estado a su lado para fortalecer a PEMEX.

Se decía, que a un Gobierno que yo encabezara, no le interesaría Petróleos Mexicanos, que no nos interesaba el destino de la industria petrolera nacional, y nada más lejos de la realidad. Al contrario, hemos puesto en el centro de nuestra atención a PEMEX porque nos preocupa su presente, nos enorgullece su pasado y albergamos con esperanza su futuro. Y los hechos así lo demuestran.

Les quiero compartir algunos ejemplos:

Uno. Hemos invertido, como nunca, en la modernización de PEMEX. Mientras que en el año 2000 se destinaron 67 mil millones de pesos a esta empresa. En este 2011, estamos invirtiendo no 67, 286 mil millones de pesos, es decir, más de cuatro veces más que hace una década.

Dos. Hemos dado la más alta prioridad al fortalecimiento de las reservas petroleras. En 2000, sencillamente para efectos prácticos, no había reposición de las reservas. A ese ritmo, llegaría el día pronto en que se acabaría el petróleo de México. Sin embargo, en 10 años, la tasa de restitución de reservas probadas pasó de niveles cercanos a cero en el 2000, a más del 80 por ciento en el 2010.

Y la meta en el 2012 es alcanzar el 100 por ciento. Por cada reserva, por cada barril que se venda y se produzca, habrá un barril descubierto ese mismo día. Estamos llegando a esa meta gracias al esfuerzo de los petroleros de México.

Y como ha dicho el Director, no sólo es el aumento en la tasa de restitución de reservas probadas. Si hablamos de reservas probables y posibles, del total de las reservas de México, hoy la tasa de restitución es de más, ya, del 100 por ciento.

Qué quiere esto decir.

Como él mismo ha dicho. Que si desde 1979, año con año, México perdía reservas, éste ha sido el primer año, en 21 años, en que aumentan las reservas de Petróleos Mexicanos.

Tercero. Hemos aumentado la capacidad instalada de explotación petrolera. Durante mucho tiempo, porque no se podía, o porque no había recursos, por lo que sea; se dejó de construir instalaciones nuevas para aprovechar nuestros yacimientos.

Esto ha cambiado. En la última década instalamos 77 plataformas marinas para aumentar nuestra capacidad de extracción de hidrocarburos y de gas natural. De estas plataformas, 47 se ubican en Cantarell y en Ku-Maloob-Zaap, dos de los más grandes campos petroleros de México.

Además, construimos más de 400 ductos principales, con una longitud de tres mil 100 kilómetros. La renovada fortaleza de esta industria, se sustenta, también, en la nueva Ley de Petróleos Mexicanos y la Reforma al Sector Energético, lograda en 2008.

El objetivo del cambio es asegurar que México cuente con petróleo, no sólo para la próxima década, sino para las futuras generaciones, y que la riqueza petrolera de México genere más bienestar para los mexicanos.

A dos años de la Reforma, hoy podemos decir con orgullo que PEMEX es más eficiente, más rentable, más competitivo y con mejor futuro.

Tan sólo al año pasado, 2010, PEMEX aportó más de 650 mil millones de pesos al erario federal; es decir, más de una tercera parte de los recursos ejercidos por todos los gobiernos: Federal, estatal y municipal, para financiar el desarrollo económico, social del país. Así, se ha consolidado como uno de los motores de la transformación de México.

Los resultados en estos dos años, amigos, también son contundentes.

En primer lugar, como ya se ha dicho aquí, hemos logrado estabilizar la producción de petróleo. Qué alarmante fue para todos el ver, por las razones del pasado que se quiera, cómo venía reduciéndose la producción petrolera, cómo venía bajando la producción año con año, casi, diría yo, día con día.

No se me olvida, amigas y amigos, como Presidente de la República, cuando en medio de la peor crisis económica mundial, en medio de la epidemia de influenza, en medio de la segunda peor sequía del país, también registraba la noticia de que la producción de PEMEX caía, cayó de 2008 a 2009, a razón de casi 200 mil barriles diarios menos de producción.

Sin embargo, nunca, ni los trabajadores, ni la empresa, ni el Gobierno, nos arredramos ante ese o ningún reto. Y con esfuerzo y con trabajo, hoy hemos logrado detener la caída, hemos podido estabilizar la producción de petróleo y hemos establecido la base para que vuelva a crecer la producción petrolera del país.

Ahora, la tendencia es, por primera vez en muchos años, la tendencia vuelve a ser a la alza.

En segundo lugar. Hemos dotado de mayor autonomía financiera y de gestión a PEMEX para que enfrente los retos de la globalización. Gracias a ello, no sólo aumenta su productividad y competitividad, sino que además puede destinar más recursos propios a nuevos proyectos de exploración y explotación de petróleo y de gas.

Hoy, la mayoría de las inversiones de PEMEX se financian con fondos propios. Cabe destacar que tan sólo de 2006 a la fecha el Programa de Inversión de PEMEX creció más del doble. Hoy, PEMEX invierte más de seis veces lo que invierte cualquier otra empresa privada en México, por más grande que sea, más que todas las compañías mexicanas que cotizan en la Bolsa de Valores.

No obstante estos avances, persisten grandes desafíos. Estamos, sí estabilizando PEMEX y poniendo las bases para garantizar su futuro, en beneficio de todos los mexicanos por varias generaciones.

Hoy, uno de los principales retos de la Paraestatal es atender el problema de sus finanzas de largo plazo. Es importante hacerlo. Y para ello, hay que hacer lo que cualquier familia, persona o empresa debe hacer: tratar de acrecentar a largo plazo sus activos. Y es lo que hacemos, invirtiendo más para descubrir más reservas para PEMEX y, al mismo tiempo, tratar de contener el crecimiento y, si es posible, reducir sus pasivos de largo plazo.

Es importante que, de buena fe, veamos entre todos la manera de resolver este reto: aumentar los activos de PEMEX, y también, de contener el crecimiento de sus pasivos.

El reto es adaptar esos pasivos al PEMEX moderno y competitivo que todos queremos, sin que los trabajadores y los jubilados renuncien a ninguno de sus derechos, y con la clara consciencia que tenemos ahora, la oportunidad de poner a la empresa en la situación financiera y laboral, no sólo que exigen los nuevos tiempos, sino en la condición que puede el potencial de México y de PEMEX, volver a poner PEMEX como una de las mejores empresas petroleras de todo el mundo.

En tercer lugar. Hemos dado mayores facultades de contratación a PEMEX para que pueda acceder a tecnologías de punta y multiplicar su capacidad de operación. La empresa ya cuenta con nuevas posibilidades de contratos integrales de servicios para poder desarrollar esa tecnología especializada de largo plazo.

En cuarto lugar. Petróleos Mexicanos, y esto es muy importante para el resto de los mexicanos, ha dado un impulso inédito a las compras a proveedores y contratistas nacionales.

Al cierre de 2010, PEMEX asignó contratos por más de 21 mil millones de pesos, de compra a micro, pequeñas y medianas empresas mexicanas, cifra dos veces y media superior a la que se había previsto.

Además, ha exigido mínimos de contenido nacional en el 67 por ciento de sus licitaciones de obra pública.

En quinto lugar. Estamos logrando que PEMEX opere con apego a estándares internacionales de transparencia y rendición de cuentas. Con la modernización de las reglas de contratación, con la eliminación de mecanismos discrecionales de asignación de contratos a proveedores, hoy la gestión de PEMEX está transformándose en una gestión totalmente transparente, que informa de cada licitación y contrato, y que está enfocada a obtener el mayor beneficio al menor costo.

PEMEX no es patrimonio de un Gobierno, de un partido, ni de un grupo político. Es una empresa que pertenece a todos los mexicanos de hoy y de mañana.

Por eso, los habitantes del país, los verdaderos dueños, tienen derecho a saber cómo se gasta y en qué se gasta el dinero que obtiene. Por eso, no cuentas secretas, no cajas chicas en esta empresa, que es de todos los mexicanos.

En sexto lugar. Hemos dotado a la industria petrolera de una clara responsabilidad ambiental, tema que nos preocupa medularmente. Hemos reducido la emisión de gases de efecto invernadero en 4.3 millones de toneladas equivalentes de bióxido de carbono en tan sólo un año. Eso es comparable con haber sacado de circulación a más de un millón de automóviles. También se han realizado acciones de conservación de la biodiversidad y de restauración forestal en casi 700 mil hectáreas del país, lo que equivale a cinco veces el tamaño del territorio del Distrito Federal.

En suma, amigas y amigos petroleros, hoy, PEMEX, gracias a los cambios, gracias a las reformas, pero, sobre todo, gracias al esfuerzo y a la responsabilidad de su gente, hoy PEMEX está en la ruta para convertirse, nuevamente, en la empresa petrolera orgullo, ya lo es y siempre lo ha sido, de todos los mexicanos, pero también, orgullo y punta de los países en desarrollo y una de las empresas más importantes del mundo. Hacia allá vamos y lo vamos a lograr. Sí se puede hacer de PEMEX una de las mejores empresas petroleras del mundo nuevamente.

Hace rato, remembraba el líder Carlos Romero Deschamps, que el año pasado, las mexicanas y los mexicanos remembramos y revivimos nuestro orgulloso pasado: 200 años de ser libres, 200 años de ser independientes.

Revivir ese pasado nos ha servido para estar no sólo orgullosos de él, sino plenamente conscientes del peso y la responsabilidad de nuestro presente, y también, para retomar el ímpetu, el anhelo y los sueños de construir para nuestro México, un mejor porvenir.

Yo estoy convencido, amigas y amigos, que Lázaro Cárdenas, en 1938, pensaba en la adversidad de su presente, pero sobre todo, pensaba en el porvenir que habría de llegar.

Ese porvenir que él pensó es el presente nuestro. Y ahora nos toca a nosotros soñar con un México mejor, pero más que ello, el concebirlo, el planearlo, el decidirlo y el luchar poderosamente, codo con codo, unidos, trabajadores, empresa y todos los mexicanos, para alcanzarlo en bienestar de las futuras generaciones.

Yo sé que ese futuro de prosperidad que merece México, que anhelamos todos, que anhelan ustedes para sus hijos, que anhela el campesino y el trabajador no petrolero allá afuera, que anhela la maestra, que anhela el anciano, que anhelan los jóvenes, ese México, amigas y amigos de Petróleos Mexicanos, ese México es posible, y ese México con la fortaleza de PEMEX, con la modernización de la empresa, y con el empuje de sus trabajadores, ese México tendrá lugar. Ese será el México de nuestros hijos y vamos por él.

Finalizo, amigas y amigos, agradeciendo nuevamente la presencia de todos en este 18 de marzo, pero también, la hospitalidad del pueblo y el Gobierno de Campeche y, en particular, de los habitantes de Ciudad del Carmen.

Quiero decirles que PEMEX está plenamente consciente y el Gobierno Federal, de que sin la hospitalidad de los carmelitas, hubiera sido mucho más compleja toda esta tarea. Que aquí, a mis espaldas, está, precisamente, el puerto donde gravita el mayor número de operaciones en el país, por las operaciones de Petróleos Mexicanos en la mar.

También sé, porque conozco este sector por haber sido Secretario de Energía, y por haber tenido cerca de mí a colaboradores esforzados, que amaron entrañablemente a esta tierra, como lo fue el propio Juan Camilo Mouriño, que Ciudad del Carmen tiene muchas necesidades y muchos problemas.

Sé también, Gobernador, y le agradezco el reconocimiento, de que esta decisión que ha tomado PEMEX, que ha tomado mi Gobierno de apoyar a Ciudad del Carmen con el Acueducto de Chicbul-Carmen, va a resolver de fondo y por muchos, muchos años la necesidad de agua potable de este gran pueblo.

Cuente usted, señor Gobernador con PEMEX y con el Gobierno para terminar el Acueducto de Chicbul. Y también, estoy plenamente consciente de la importancia de conectar a esta isla con tierra firme, con la Península.

Sé también que ese Puente de La Unidad, construido hace muchos años, y no quiero juzgar, ni opinar, ni cómo se construyó así, ni por qué se construyó así, pero ya no representa, lo sé, las condiciones de seguridad y eficiencia que los campechanos y los carmelitas merecen.

Por eso, Gobernador, hoy anuncio a usted, a todo su pueblo, Alcaldesa, que Petróleos Mexicanos financiará la construcción del Puente de la Unidad, un nuevo puente que sustituirá a la vieja estructura.

No es sólo, además, por la seguridad, la eficiencia y la vida digna de los carmelitas, es también por la seguridad de las familias, de las petroleras y petroleros mexicanos que viven aquí, en Ciudad del Carmen. Las familias de los petroleros merecen también vivir en condiciones de vida digna.

Amigas y amigos:

Este esfuerzo es para fortalecer a PEMEX, pero más que ello, estamos pensando todos los días, en cómo fortalecer a México. Invirtiendo en PEMEX construimos el México fuerte que queremos. Un PEMEX sólido y competitivo es la mejor manera de defender la soberanía nacional y la seguridad energética del país.

El petróleo es y seguirá siendo sinónimo de más escuelas, más hospitales; más escuelas, como las más de 800 preparatorias que hemos construido en estos cuatro años y las más de 90 nuevas universidades; más hospitales, como los más de mil hospitales o clínicas totalmente nuevas que han sido construidas en estos cuatro años y las casi dos mil que han sido reconstruidas; más carreteras, como los 15 mil kilómetros que hemos construido o modernizado desde el 2006; más presas y centrales eléctricas; más redes de agua potable; más drenaje, más electrificación y también, más y de mejor calidad de combustibles para los mexicanos.

PEMEX es y seguirá siendo la poderosa palanca que permita el avance económico y social de México.

Reitero mi reconocimiento a los trabajadores de Petróleos Mexicanos, a su líder Carlos Romero Deschamps, a la administración.

Y les reitero, amigas y amigos, que así como México cuenta con Petróleos Mexicanos y sus trabajadores; sepan, las petroleras y petroleros de México, que cuentan con su amigo, el Presidente de la República.

Adelante, y vamos por más, muchos años más de Petróleos Mexicanos.

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