jueves, 13 de enero de 2011

PUNTO Y COMA

Punto y Coma

La educación tribuna de políticos
Los programas y reformas sin efecto
Educación, prioridad de Javier Duarte

El tema de la educación se conjuga con la política porque se utiliza para escalar a puestos de elección popular y de liderazgos perpetuos, como el de Elba Esther Gordillo que ha logrado mucho poder y control en el magisterio nacional apoyando a conveniencia candidaturas al mismo nivel y en los estados, para reforzar y alimentar su fuerza política y poder que descansa en la clase trabajadora de la educación, la que al final de cuentas sirve para aplaudir y echar porras, aunque no todos estén de acuerdo; pero como la mayoría manda se tienen que aguantar callados.

De acuerdo con lo expresado por Luis Hernández Montalvo, el Primer Congreso Nacional Extraordinario del SNTE, efectuado en la ciudad de Tepic, Nayarit, durante los días 20, 21 y 22 de enero de 1990, se desarrolló en el marco de la crisis que vive el corporativismo sindical mexicano; sin embargo se ha buscado una recomposición que hasta el momento no llega.

Su realización responde a una necesidad política, frente al desgaste de los métodos de control tradicional, generado por la pérdida de capacidad del Estado para otorgar concesiones a las masas trabajadoras del país, y sobre todo, por la creciente inconformidad de sectores cada vez más amplios del magisterio que reclaman su participación en las decisiones de su sindicato, por mejorar las condiciones de vida de los agremiados y ante la incapacidad de sus dirigentes para defender sus intereses; pero los intereses de quien?, porque las bases siguen en las mismas condiciones y las reformas, programas educativos y capacitación de los maestros caen el vacío, ya que lo que en verdad interesa a quienes tienen el control en el país y en los estados es sostenerse en el poder y ocupar cargos importantes de elección o designación.

El sindicalismo docente en México y la vinculación de sus miembros con la problemática social, puede ser receptivo del cambio democrático que marque la ruptura entre los viejos métodos y estilos de hacer política por otros de mayor horizontalidad, este compromiso debe ser asumido por todos los trabajadores de la educación.

El Congreso se desarrolló en condiciones de reflujo del movimiento democrático, su apresuramiento, no permitió el tiempo necesario para un debate más amplio de las demandas del magisterio, esto, sin embargo, no impidió avanzar en espacios de lucha, que es necesario valorar. De manera significativa, destacan los resolutivos que permitirán la profundización de la democracia en el seno del sindicato al sentar las bases para una mayor participación de los trabajadores, respetando la libertad individual de militancia partidista, sobre la base de la unidad en aquellas cuestiones que sean comunes a los trabajadores de la educación.

Una muestra de ello se presenta en tiempos electorales, cuando el SNTE permite y apoyo a los profesores que incursionan en la política, sin importar las siglas o colores de su preferencia, pues lo importante es avanzar y ganar posiciones tanto de liderazgo como curules o espacios en las dependencias del ramo educativo.

El Congreso no resolvió todos los problemas que enfrentan los trabajadores de la educación, pero pudo avanzar en puntos fundamentales que buscan recomponer la unidad quebrantada, que pasa por el reconocimiento a lo diverso de su composición y el respeto a la pluralidad, en la búsqueda de una nueva legalidad democrática que destierre la concepción patrimonialista del sindicato, dando paso a la representación proporcional. Pero a más de 20 años de distancia no se han concretado los objetivos de aquella fecha, sino por encontrarlo han tomado un rumbo diferente de acuerdo a los tiempos y a los actores de la política nacional y en los estados
“Los maestros democráticos tenemos que hacernos corresponsables para llevar a nuestro sindicato a que recobre su naturaleza, al servicio de los intereses de los trabajadores y en este sentido debemos cuestionarnos: ¿Ahora es posible asaltar el poder por parte de las fuerzas democráticas sin darle posición a la corriente institucional”?, dice Luis Hernández en documento que hace llegar a esta columnilla en la que tienen cabida todos los pensamientos y opiniones de los distintos sectores que conforman la sociedad.

Las fuerzas que hoy se resisten al cambio democrático del sindicato se dividen en dos grandes campos, por un lado, se agrupan las fuerzas del conservadurismo que siguen defendiendo sus intereses personales y de grupo, la expresión del “jongitudismo”, y una parte radicalizada dentro del magisterio, que escudándose en la lucha democrática cae en posiciones excluyentes, de intolerancia política e ideológica que asume posiciones de patrimonialismo. Una y otra posición, con diferente naturaleza, sostiene una posición común de concepción de sindicato ajena a las aspiraciones del magisterio.

El problema de la democracia en el SNTE, tiene que ver con la concepción y con los estilos de hacer política. Nosotros estamos convencidos que para democratizar al sindicato, es necesario ganar los espacios al interior de la organización. Otros compañeros sin plantear un proyecto nuevo, reducen el problema de la democracia a un simple cambio de personas, a la sustitución de una hegemonía por otra, atrincherándose en la vieja estructura sindical autoritaria y antidemocrática. Pero por encima de todo lo que sucede en el sindicalismo radical u democrático de los maestros del país, en Veracruz el Gobernador Javier Duarte se ha pronunciado por una educación de calidad que se debe impartir en condiciones dignas de la niñez y de la juventud…Por hoy es todo, soy Luis González Romero, mi correo electrónico: notiluis@hotmail.com, hasta pronto.

No hay comentarios: