jueves, 22 de julio de 2010


Se inundan pasillos de Los Portales

Construcción de una galera, solo en promesa

Por Luis González Romero

Poza Rica, Ver.- Una vez más los pasillos del mercado Los Portales se han llenado de agua, lo que impide la entrada de los clientes y por lo mismo locatarios de ese centro de abastos expresaron que se han caído sus ventas durante la presente semana; pero además expresaron que no tienen apoyo del gobierno.
A los funcionarios se les facilita hacer promesas y luego se les olvidan, en cambio los comerciantes no se olvidan de que en el 2009 les prometieron la construcción de una galera, para lo que ellos también iban a participar; pero el tiempo ha pasado y cada día pierden la esperanza de que se les cumpla.
La falta de galera en el mercado “Los Portales”, causa que los pasillos se inunden durante la temporada de lluvias y con ello el temor de los comerciantes al representarles caída de sus ventas.
“No queremos imaginar el porcentaje de desplome”, refieren los comerciantes quienes auguran perjuicios económicos a partir de esta semana.
El agua se estanca al no haber drenaje, la basura que arrojan algunos locatarios y clientes es otro de los obstáculos para que el agua busque salida, y al no encontrarla termina inundada toda la zona comercial.
El locatario Ángel Vigueras Lemus, miembro activo de la Unión de Comerciantes, recalcó la urgencia de la galera, ya que él como sus demás compañeros no desean padecer otra temporada de anegación; agua alcanza hasta un metro de altura, en las áreas bajas; sin embargo el de mayor riesgo es el espacio nuevo, aunque dijo que tendrán que soportar esta situación por lo menos tres meses de la temporada de lluvias.
Estiman que será hasta noviembre cuando tendrán que “soportar”, las afectaciones que les originen las lluvias torrenciales, pues la falta de galera es el factor que por años les ha impedido la reactivación del mercado.
Otra de sus precauciones es que los charcos se conviertan en riesgo de salud, al considerar que los desechos contaminantes permiten la proliferación de larvas y bacterias, y hacen el llamado al sector sanitario para que atienda el problema.
Sus dificultades y preocupación no terminan con las lluvias; el robo es otro impedimento a sus labores. Amantes de lo ajeno extraen las pastillas del centro de carga de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), hecho que les preocupa al considerar que podrían originarse cortos circuitos, definió María Agustín Cruz, locataria.

Soledad García Olarte, local número 18, dijo que a pesar de que el Parador Urbano es poco benéfico para ellos, se han visto perjudicados por puestos y vehículos que obstruyen las entradas del sitio comercial, lo que han informado a personal de Tránsito del Estado y a los de regiduría de Industria y Comercio, pero no son tomados en cuenta.
Paredes “pintarrajeadas”, montones de basura, olor a orines y suciedad, así como locales a punto de derrumbarse, por el olvido en el que por meses han permanecido, sin que sus dueños se interesen por reactivarlos, mientras que algunos buscan a toda costa continuar con el comercio ambulante.

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