lunes, 26 de julio de 2010

PUNTO Y COMA

Punto y Coma

La justicia, un punto cuestionable
Cuánto tienes, cuánto vales
Dinero y tráfico de influencia

Por Luis González Romero

La procuración y aplicación de la justicia es un punto bastante cuestionable y vulnerable a la danza del dinero, partiendo desde las agencias del Ministerio Público y los tribunales, en donde la justicia se convierte –prácticamente- en un producto de oferta y demanda; además del tráfico de influencia, motivo por lo cual los agraviados siguen siendo victimas, primero de los agresores y después de quienes se encuentran en las dependencias del poder judicial en donde se cae hasta en el bajo mundo del morbo de escribientes, sobre todo cuando se trata de damas victimas de estupro o violación, a quienes piden que con lujo de detalles rindan su declaración.

De situaciones en donde la justicia está disponible al mejor postor y consecuencia de ello las cárceles están llenas de inocentes o procesados mediante una cadena de inconsistencias, como es el caso de Ramón Benítez Cruz, al que se le instruye la causa penal 362/2009 en el Juzgado Primero de Primera Instancia, mediante un expediente plasmado de vicios, contradicciones y la mala leche de quienes se han prestado a esa acción para mantener privado de la libertad a una persona a la que se le vincula con el delito de extorsión, pero que profesionalmente no le han comprobado, por seguir el juego a intereses personales.

Justicia es dar la razón a quien la tiene mediante una investigación y averiguación que se integra por parte del Ministerio Público, debidamente sustentada en hechos reales y testimonios efectivos; para luego turnar la averiguación previa el juzgado que corresponda para que el juez continúe con el proceso para dictar sentencia o auto de libertad.

De lo que ocurre en procuradurías y tribunales, recientemente El Universal daba a conocer algunos puntos que hablan de la soberbia, la lujuria, la pereza, la ira y la gula, y no tanto la corrupción, son algunos de los pecados capitales que han perdido a los jueces, magistrados y demás integrantes del Poder Judicial de la Federación y en los estados, en los últimos 15 años.

“Una radiografía elaborada por el Consejo de la Judicatura Federal da cuenta, paso a paso, las sanciones que recibieron los jueces y magistrados federales del país, el personal que con ellos labora, de 1995 a abril de 2010, y se observa que este tipo de conductas han sido recurrentes entre los funcionarios judiciales”, en cualesquiera de sus niveles.

De acuerdo a la información recopilada y difundida por la Secretaría Ejecutiva de Disciplina del Consejo de la Judicatura Federal, de 1995 a abril de 2010, en total, fueron sancionados 957 funcionarios, luego de que se les ha comprobado que han incurrido en acciones violatorias a los Derechos Humanos y que mantienen en prisión a personas inocentes o victimas de la calumnia y de la mala fe que compran a funcionarios para satisfacer su apetito de venganza.

El reporte de El Universal, en otras de sus partes dice que “conforme a la gravedad de las conductas en que incurrieron los servidores públicos en este periodo, las sanciones que recibieron fueron desde un apercibimiento privado o público, una amonestación, hasta la suspensión, inhabilitación o destitución de su cargo”, pero lamentablemente en los estados, lo que más se acostumbra, cuando hay problemas, es cambiarlos de una plaza a otra, beneficiándolos mediante ese tipo de rotaciones.

Entre las conductas en que incurrieron los representantes del Poder Judicial están: el trato altanero, grosero y el hacer sentir que es un ser superior respecto a sus subordinados; el acoso sexual, con toqueteos de piernas, saludos obligados con besos o propuestas directas para intimar; los retrasos y el rezago injustificado de su trabajo, los arranques de cólera intempestivos, y hasta el gusto excesivo por las bebidas alcohólicas; así como usted lo acaba de leer es el mundillo desde donde se procura, ejerce o administra la justicia, en ocasiones hasta en contra de “delincuentes fabricados” por corporaciones policíacas, cuando no tienen la capacidad para esclarecer hechos delictivos….Por Hoy es todo, soy Luis González Romero, mi correo electrónico: notiluis@hotmail.com, hasta pronto.

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