miércoles, 21 de octubre de 2009

ALERTA ESPECIALISTA SOBRE RIESGOS A LA SALUD POR ARTRITIS REUMATOIDE JUVENIL


ALERTA ESPECIALISTA SOBRE LOS RIESGOS A LA
SALUD POR ARTRITIS REUMATOIDE JUVENIL

• El padecimiento se manifiesta entre los 2 y 16 años de edad; se desconocen las causas que la originan

• Provoca incapacidad permanente si no se detecta a tiempo


Simplemente se presenta y no se sabe por qué ni las causas que la originan: es la artritis reumatoide juvenil, una enfermedad inflamatoria autoinmune (donde los tejidos destruyen a otros dentro del cuerpo). En México, hasta el uno por ciento de los niños de entre dos y 16 años de edad, puede padecerla.

Por ello, afirmó el doctor Francisco Adán Ibarra Enríquez, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital General de Zona (HGZ) No. 26, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), es importante un diagnóstico a tiempo para evitar incapacidad permanente en el infante debido a que la artritis se caracteriza por inflamación crónica y progresiva de las articulaciones.

Sin tratamiento oportuno, advirtió el pediatra, este mal daña cartílagos, huesos, tendones y afecta también ojos, corazón y pulmones.

El doctor Ibarra Enríquez informó que la edad más frecuente en que se presenta la artritis es a los 10 años y, en la mayoría de los casos, no existe factor hereditario. En cualquier momento un niño puede manifestar la enfermedad, sin haber tenido antecedentes familiares, “simplemente se presenta y no se sabe por qué”.

El especialista indicó que existe un parámetro de edad para hablar de artritis reumatoide juvenil: ser menor de 16 años de edad; es raro observar el padecimiento en menores de dos años; se manifiesta con síntomas tales como fiebre, dolor articular, decaimiento e incapacidad intermitente para mover una articulación.

Afirmó que no existe un estudio determinante para diagnosticar la artritis reumatoide. Por ello, especialistas del IMSS realizan una serie de pruebas de laboratorio, principalmente con sangre, que en conjunto con los síntomas del paciente permiten llegar a reconocer la enfermedad.

Explicó que en esos pacientes pediátricos, una vez diagnosticada la artritis reumatoide juvenil, el tratamiento es multidisciplinario porque requieren medicamentos, fisioterapia y terapia psicológica, a fin de reincorporarlos a sus actividades escolares y familiares.

Además, el doctor Ibarra Enríquez destacó que es común que en las primeras semanas de tratamiento, los niños manifiesten una respuesta positiva y de franca recuperación. Sin embargo, otros no responden de la misma forma a los medicamentos, ya que el cartílago se encuentra afectado, hay derrames en la articulación y la recuperación es más lenta.

Exhortó a los padres de familia a vigilar que sus hijos no tengan dolor e inflamación de articulaciones, fiebre e inmovilización. Si notan que su hijo deja de jugar como habitualmente lo hace y tiene los síntomas descritos, llevarlo al médico para que lo valoren y se haga una detección oportuna.

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