martes, 20 de enero de 2009

CUMPLIRA 45 AÑOS DE SACERDOCIO EL PADRE JUAN JAIME SUAREZ SILVA


20/01/09……aniversario

CUMPLIRA 45 AÑOS DE SACERDOCIO

Juan Jaime Suárez Silva

Por Luis González Romero

Poza Rica, Ver.- El domingo 1 de febrero a las 19:00 horas se llevará a cabo la celebración de los 45 años de ordenación sacerdotal del Padre Juan Jaime Suárez Silva, Párroco de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en la colonia Obras Sociales.

En entrevista, Suárez Silva dijo que está invitada la comunidad católica del Sagrado Corazón, que todos deben asistir de “traje”, nada de gorrones, para que después de la Misa disfruten de una convivencia con motivo del acontecimiento, del que dijo sentirse orgulloso porque Dios le ha permitido transmitir el evangelio a miles y miles de personas a lo largo de esos 45 años del ejercicio sacerdotal.

En una plática informal, Juan Jaime Suárez evocó su infancia, sobre todo que muy pequeño quedó huérfano de padre, el cual murió en un accidente, cuando era perforador de pozos petroleros, y luego también se refirió a su madre, que a los 33 años de edad quedó viuda y sin trabajo, hasta que el ingeniero Jaime J. Merino la llamó a laborar en Pemex, lo que le permitió pagar los estudios de sus hijos.

Entre bromas y chascarrillos, muy a su estilo, recordó parte de su infancia y de las penalidades que paso su adorada madre, pues siendo viuda y joven, cual mas cual menos le prometían trabajo, pero a la hora de la hora no le daban nada, hasta que el ingeniero Merino la llamó la hizo trabajadora de planta.

Además dijo que como sacerdote ha realizado una labor incansable a favor de su comunidad y destacó la necesidad de que la iglesia católica se actualice, además de seguir los lineamientos de visitar casa por casa evangelizando a las familias, sobre todo las que no pertenecen a la comunidad, porque las que están adentro ya no hay necesidad de llevarles los mensajes, que de antemano ya lo conocen.

A la vez hizo reflexión relacionada con el perdón, que debería ser una cosa normal, porque errar es también normal; sin embargo, existe en el corazón del hombre, algo que impide el perdón: El miedo a peder dominio sobre el otro. Guardamos un rencor pequeño que, a la larga, se convierte en un rencor grande y se pasa al odio profundo.

Este miedo se proyecta sobre la estructura de la sociedad en cuando tal, que usa mecanismos represivos y hasta inventa culpa ahí donde no la hay, para mantener sometidas a las personas. Perdón es liberación, lo contrario es opresión, y parece que el hombre no consigue liberarse de todo eso, concluyó.

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